El amor propio es un concepto clave para entender las razones por las que muchas personas luchan por ser felices con sus vidas, desarrollan relaciones personales problemáticas o deciden que necesitan acudir a terapia.

Por desgracia, uno de los males más comunes en nuestras vidas es la inseguridad y la baja autoestima. Sin autoestima, vivir una vida plena y satisfactoria se convierte en una montaña imposible de escalar. ¿Qué pasa si no tengo amor propio?

Si bien es cierto que la mejor manera de tratar los problemas de amor propio y autoestima es buscar ayuda profesional, aquí tienes algunos consejos que puedes utilizar en tu día a día para mejorar este aspecto de tu vida. ¡Comencemos!

¿Qué es el amor propio?

El amor propio es el conjunto de emociones y predisposiciones cognitivas asociadas a la autoevaluación de un individuo. En otras palabras, es la forma en que nos evaluamos a nosotros mismos, incluida la carga emocional asociada a las evaluaciones del autoconcepto (el concepto de «yo»). Cuando hablamos de amor propio, nos estamos refiriendo a la autoestima, aunque no son exactamente lo mismo.

La autoestima se nutre del valor que otorgamos a todas las dimensiones de nuestra vida, mientras que el amor propio va un paso más allá: es la aceptación incondicional de lo que somos. No depende de quiénes somos ni de lo que hacemos.

El amor propio es también la relación que tenemos con nosotros mismos. Es conocernos y aceptarnos por lo que somos. No significa que nos creamos perfectos, sino que podemos reconocernos en nuestras imperfecciones sin dejar de valorarnos. El amor propio es ser consciente de que algo te hace daño y no querer eso para ti, intentar cuidarte y ponerte a ti primero.

Amor propio y autoestima

Así, si una persona tiende a valorarse de forma negativa o pesimista, decimos que carece de amor propio o que tiene una autoestima baja, y si tiende a tener una visión demasiado optimista o inflada de sí misma, decimos que tiene una autoestima demasiado alta, lo que también puede acarrear problemas.

La clave está en tener una autoestima equilibrada, acorde con las verdaderas capacidades de cada uno y con las cualidades morales que realmente le definen. En la práctica, sin embargo, es más frecuente que los problemas surjan por falta de amor propio. Lo que ocurre cuando este es tan bajo que «paraliza» a la persona, dejándola en un estado de resignación y cierta pasividad ante sus perspectivas de mejora.

En ninguno de los dos casos se trata de sentirse superior a los demás. Al contrario, si tu autoestima y tu amor propio son buenos, no necesitas compararte con los demás, estás contento con lo que eres y con lo que tienes, y no te validas de las dificultades o los éxitos de los demás.

¿Por qué no tengo amor propio?

Nuestra forma de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos no es innata; la adquirimos a lo largo de nuestra vida, especialmente durante la infancia y la adolescencia. Aprendemos a querer y a querernos a través de nuestros modelos de conducta.

Estas son algunas de las situaciones que pueden devaluar tu autoestima:

  • En tu entorno familiar, tus cuidadores tenían una baja autoestima y creciste heredando una forma de tratarte caracterizada por un bajo autoconcepto.
  • Es posible que estas personas hayan abusado de ti. Ya fuera violencia física o psicológica, absentismo, frialdad… Creciste sintiendo que no te valoraban y que no eras importante para las personas que más te importaban.

Problemas y consecuencias de la falta de amor propio

Existe una amplia variedad de alteraciones psicológicas (emocionales, cognitivas o comportamentales) relacionadas con la falta de amor propio. Para comprenderlas a fondo, la mejor opción es asistir a psicoterapia, donde se analiza caso por caso dependiendo de las necesidades y características de la persona y el contexto en el que vive. Sin embargo, podemos identificar algunos problemas frecuentes derivados de la falta de amor propio y la adopción de hábitos complicados de deshacer:

Problemas sociales y laborales

  • Problemas al conocer gente nueva: timidez, problemas para confiar en los demás, etc.
  • Dificultades para progresar socioeconómicamente: miedo a asumir nuevas responsabilidades o a ascender, etc.
  • Adopción de un estilo de vida pasivo, basado en la evitación de los retos.

Hábitos negativos y creencias limitantes

  • Hablarte mal, invalidarte: Solo te criticas.
  • Creer todo lo que dicen de ti: Mides tu valor a través de las opiniones de los demás sin cuestionarlas.
  • Resignación, permitiendo que los malos hábitos y las inseguridades ganen terreno.
  • Exigirte demasiado: Siempre se puede hacer más y mejor, pero nunca llega el punto en el que te valoras y reconoces hasta dónde has llegado.

Consecuencias emocionales y relacionales

  • Mayor predisposición a desarrollar alteraciones psicológicas severas como la depresión mayor.
  • Inseguridad en las relaciones de pareja, miedo intenso a perder a las personas importantes para uno mismo.
  • Sentimientos de inseguridad, soledad, miedo, vergüenza y culpabilidad constante. Este estado de vulnerabilidad expone a más abusos, porque la persona no se cree con derecho a ser respetada y valorada.

Vistos los problemas y consecuencias, resulta evidente la importancia de abordar la falta de amor propio, priorizando el bienestar emocional y el fortalecimiento de nuestras relaciones interpersonales.

Beneficios de quererse a uno mismo

Las personas que se aman a sí mismas suelen tener más bienestar, autoestima y felicidad. No temen expresar sus sentimientos y conectar con sus afectos. Gozan de mayor estabilidad emocional y se atreven a asumir riesgos y a triunfar. Dan lo mejor que tienen sin que se convierta en una exigencia y sin una voz interior que les tema y amenace con el fracaso.

La prioridad de las personas con amor propio es crecer como personas y cuidar su salud (mental y física), permitiéndose hacer lo que les gusta. Aceptan sus imperfecciones, gestionan bien sus emociones, asumen responsabilidades y saben poner límites.

Amor propio y relaciones

Existe la creencia de que «si no te quieres a ti mismo, ¿quién te va a querer?». Es cierto que si tienes un problema de confianza afectará a tu relación contigo mismo y con los demás, pero una persona puede ser amada aunque no se ame a sí misma en ese momento. A menudo los demás pueden ver en ti lo que tú no ves en ti mismo.

No entramos en una relación con todos nuestros problemas resueltos. Si se plantea bien, una relación de pareja es una oportunidad para crecer y desarrollarse como equipo. Lo que ocurre cuando no tenemos amor propio es que tendemos a depender de nuestra pareja y es más fácil caer en una relación en la que no nos valoran y nos hacen daño.

8 consejos para potenciar tu amor propio y mejorar tu bienestar emocional

El amor propio es fundamental para nuestro bienestar emocional. A continuación, te ofrecemos algunas pautas y consejos para potenciar tu amor propio y mejorar tu autoestima:

1. Descubre lo que te motiva y lo que te hace sentirte mal de verdad

Para tener un buen nivel de autoestima, y para asegurarnos de que mantenemos el nivel adecuado de autoestima, necesitamos saber cuáles de las cosas por las que nos culpamos son realmente importantes para nosotros, y no solo el resultado de la presión social. Por ejemplo, si nos sentimos mal por no tener un título universitario, vale la pena considerar qué aspecto de esto nos perjudica, y si tiene que ver principalmente con las expectativas de nuestros padres, los amigos que tenemos, etc.

Es importante aspirar a objetivos de autorrealización en tus propios términos y no en los de los demás. De este modo podrás deshacerte de los elementos de culpa y arrepentimiento que no se basan en lo que realmente te interesa, y te quedarás solo con lo que apunta a metas que tienen sentido para ti.

2. Reflexiona sobre lo que has conseguido y las cosas buenas que te has demostrado

A menudo tendemos a centrar nuestra atención únicamente en lo que nos hace sentir mal, por lo que conviene compensar esta visión distorsionada de nosotros mismos reconociendo y apreciando las cosas buenas que hemos conseguido por méritos propios.

3. Transforma tus inseguridades en metas

No es necesario tener un talento innato para proponerse mejorar una destreza o habilidad concreta. Así que si hay algo sobre lo que nos sentimos inseguros, podemos convertirlo en un motivo para mejorar; ver las cosas desde un punto de vista positivo es mucho más estimulante que limitarnos a ver un conjunto de actividades como un ámbito de la vida que nos está vedado, y si adquirimos esta mentalidad constructiva será difícil retroceder y dejar que dañe nuestra autoestima.

4. Estructura tu tiempo apuntando a metas a medio y largo plazo

La autoestima no se puede alimentar simplemente pensando en nuestra valía; la introspección debe ir acompañada de la acción: acontecimientos que nos demuestren que somos capaces de cosas de las que hace tiempo no nos creíamos capaces.

Por eso, es importante no dejar pasar los días sin acercarse a objetivos de superación personal. Crea un calendario que te permita avanzar hacia las metas que te motivan y te permiten autorrealizarte.

5. Rodéate de gente que te aprecie y déjate cuidar

El contexto social influye mucho en la autoestima, así que asegúrate de que sea bueno. Rodéate de gente que vea lo bueno que hay en ti y te lo haga saber.

El amor propio no consiste solo en ser autosuficiente todo el tiempo, sino también en pedir ayuda y dejarse cuidar. Además, ver cómo tus seres queridos te muestran su apoyo y cariño será muy beneficioso para reflexionar y ser consciente de que eres importante para las personas que te importan.

6. Reorganiza tus prioridades

Esto tiene dos aspectos fundamentales:

  • Repítete que su bienestar es lo primero. No puedes ponerte al final de tu lista de prioridades, o todos tus compromisos pasarán de largo.
  • Identifica aquellas situaciones o personas de tu vida que te están agotando y destruyendo tu autoestima. Valora un cambio y aléjate de esas fuentes de malestar.

7. Adapta tus exigencias

A veces, esperar lo imposible de nosotros mismos hace que sea más fácil atacar cuando las cosas no salen como habíamos planeado.

Fíjate metas que puedas alcanzar para sentir que progresas. Hazlo a tu ritmo y aplaude tus progresos. Utiliza estos logros para hablar contigo mismo de forma constructiva y optimista.

8. Conócete

No dejes de escucharte y descubrir quién eres, cuáles son tus puntos fuertes y débiles. ¿Por dónde empezaste? ¿Qué estás mejorando? ¿Qué te preocupa?

Quizás te has estado criticando y viendo algún aspecto de ti como negativo. Intenta analizarlo, ¿quizás ves algo en ti como una imperfección que podría ser una habilidad? Tu ser está lleno de cualidades valiosas que puedes explorar. Dale la vuelta a tu falta de amor propio. Vive nuevas experiencias y comprueba lo grande que eres.

¿Quieres contar con ayuda psicológica profesional?

Recuerda que potenciar tu amor propio requiere tiempo y esfuerzo. Si es necesario, no dudes en acudir a terapia y dejarte acompañar por un profesional en tu camino hacia una mayor autoestima y bienestar emocional.

Si notas que tienes problemas de autoestima que desgastan tu calidad de vida, ponte en contacto con nosotros. En Terapéutica en Alza ya hemos ayudado a mucha gente en una situación similar. Ofrecemos sesiones presenciales en nuestro centro de Zaragoza, y a través de terapia online. ¡No dudes en preguntarnos!

Juan Fernández-Rodríguez Labordeta

Autor: Juan Fernández-Rodríguez Labordeta

Psicólogo Sanitario y Psicoterapeuta de Tiempo Limitado. Con formación en EMDR. Cofundador de Terapéutica en Alza. Colabora con Aragón Radio y ha trabajado con familias y adolescentes en conflictos graves. Es parte del grupo de Recursos Artísticos para la intervención terapéutica del Colegio de psicólogos de Aragón. Además de ayudar a personas adultas, se especializa en el acoso escolar y trabaja en colaboración con entidades sociales de la infancia.