Tratamiento para superar la fobia a los ascensores en Zaragoza
Muchas son las personas que acuden a nosotros por este problema. Lo más característico de este miedo intenso es que, al estar los ascensores completamente normalizados en nuestra vida (pocas son las viviendas o empresas a las que no se acceden por un ascensor), la vergüenza asociada a esta fobia es muy intensa, ya que es costumbre, al menos una o dos veces al día subirnos a un ascensor, y por esta razón tratar de evitarlo es una tarea ardua y constante que expone a quien sufre ante las personas que pueden subir perfectamente sin ningún problema o conciencia de esto.
Los aspectos que otorgan a los ascensores esta sensación de temor o pánico son varios, aunque suelen destacar las vibraciones cuando se pone en funcionamiento, la sensación de que se va a caer y la idea de quedarse encerrado/a. No es necesario que una persona piense todas estas razones, siendo suficiente con que solo una idea se apodere y genere ansiedad descontrolada e irracional.
A nivel sintomático no se encuentran diferencias significativas con el miedo a volar, variando únicamente el objeto que genera la ansiedad. Sí que es cierto que una persona puede evitar subir a aviones con facilidad (eligiendo otro medio de transporte o no viajando, aunque esto último no lo recomendamos), pero los ascensores forman parte de nuestro día a día, y será muy fácil que haya que afrontar el subir a uno cuando la persona que sufre esta fobia esté con amigos, familiares, pareja…
En consulta, analizaremos todo lo relacionado con esta fobia, y trabajaremos el control de la ansiedad. No podemos hacer que desaparezca pero sí que la persona la pueda contener para poder vivir experiencias exitosas frente al ascensor. Para ello usaremos técnicas de relajación, hipnosis y EMDR.
O, si lo prefieres, rellena el formulario y nosotros te contactamos 😉
Además de conocer a la persona que nos demanda tratamiento, buscaremos los estímulos asociados al ascensor, ya que es habitual que en algún momento de la vida del paciente algo ocurriera relacionado con un ascensor, una agresión, un problema de salud, el hecho de haberse quedado encerrado/a en edades tempranas y estando solo/a. Las experiencias asociadas pueden ser muchas y hemos señalado las habituales, aunque es posible que el origen del miedo al ascensor no esté directamente relacionado con el ascensor en sí (así funciona la mente), algo que se descubre con paciencia y cariño. La normalidad es lo que hay que recuperar, y ese será el objetivo terapéutico.
Síntomas de la fobia a los ascensores
- Pensamientos anticipatorios que generan ansiedad.
- Preocupación constante sobre quedarse encerrado/a en un ascensor, morir por un ascensor que cae…
- Frustración ante intentos de subirse a un ascensor sin éxito.
- Vergüenza y sentimientos de humillación al exponerse a personas que pueden subirse a un ascensor.
- Taquicardia.
- Sudoración.
- Mareo.
No es necesario sufrir todos los síntomas, siendo suficiente aquellos que generen sufrimiento y angustia, impidiendo vivir con normalidad.